Lea estaba rodeada de todos sus
amigos, aquella tarde de verano, exactamente el 23 de Agosto, cuando
les formuló una pregunta que llevaba días rondando por su cabeza.
-¿ Por qué las personas se gritan
cuando están enfadados?
-Porque perdemos la calma -dijo
uno-, por eso gritamos.
- Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? ¿ No es posible hablarle en voz baja?
- Cuando dos personas están enfadadas, sus corazones se alejan. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enfadados estén , más fuertes tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Más tarde preguntó:
- ¿ Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no gritan sino que se hablan suavemente...¿ Por qué?
- Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
Y así continuó:
- Cuando se enamoran aún más, ¿ qué sucede? No hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar , sólo se miran y eso es todo...
Esa conversación se le quedó
guardda para siempre y tiempo después descubrió que no todas las
personas que te susurran es por amor, algunas , en concreto una,
susurró para hacerle daño. Un daño que podría acabar con su vida.
Me ha gustado mucho el relato de Elisa, nunca lo había leído y la verdad es que está muy bien escrito y con un texto muy original. Aprovecho para aplaudir la idea de este blog donde se guardan algunos de nuestros trabajos de la carpeta de redacciones. Un saludo
ResponderEliminarIrene