domingo, 3 de julio de 2011

AQUELLA MÚSICA BLANDA ACARICIABA EL AROMA CEGADOR

Irene 1ºA

Un bonito día de primavera daba inicio a una nueva etapa llena de colores, flores y melodías. A mí no es que me agradara mucho, ya que nada más empezar cogía unas alergias del quince. Hacía un calor insoportable y era casi imposible salir a la calle sin quemarse, yo apenas salía, no me gustaba mucho la playa y otra cosa con ese tiempo no se podía hacer. Pasaban los días, aburrida en casa sin saber con qué pasar el rato. Un día, estaba yo en mi habitación, cuando oí un ruido un tanto extraño. Me asomé a la ventana para ver que sucedía, para mi sorpresa vi que enfrente de mi casa habían empezado a construir un bonito salón de música y baile para todo el que estuviera aburrido en estos horribles días, y en esa lista me incluía yo. A los pocos días ya estaba construido, sin pensármelo un momento salí de casa y fui directa al salón de música y baile. Aquello parecía por dentro como un hotel de lujo pero solo de dos plantas. Era impresionante, lo único malo de aquel lugar era que lo habían recargado de perfume. Pese a todo empecé a disfrutar de la música y a bailar, en ese momento sentí que…aquella música blanda acariciaba el aroma cegador.

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